Danzo no por belleza sino por necesidad
para espolvorearme los males sin piedad.

Para rabiar en el movimiento efímero
para llorar los pedazos de recuerdos
para reflejar lo viajante en el húmero.

Para sentir en el hondo brillante,
para eso me muevo y digo danzo.
Y que no es la vida sino una danza de llanto,
de rebosares sin medida,
de gritos y sobresalto.

Que no es mi camino sino un danzar esquivo, torpe, vivo.

Danzo por necesidad espontánea.
Me sorprende el sacudir de tanto tejido.

Danzo a veces sin seguir ritmo,
con movimientos rellenos de un sinfín de sinsentidos.

Danzo desordenadamente, caótica, sucia, rota.
para limpiarme los desprecios,
gritos, abandonos y rechazos.

Muevo todo lo que siento en ondas lentas, jugosas, tiernas.

Danzo todo el rato, por si a caso.