Entender el miedo
Gacelas y leones en la sabana: entender el mecanismo del miedo animal para conocer la ansiedad humana.
¿Qué es exactamente la ansiedad? ¿De dónde surge?
De manera resumida: la ansiedad es miedo ‘en exceso’.
La ansiedad surge a partir de la representación mental que genera un recuerdo o una expectativa de lo que va a pasar.
Esta representación mental genera una anticipación de situaciones percibidas como peligrosas o amenazantes.
Exploremos el miedo y su utilidad.
¿Para qué sirve el miedo?
Seguro que has escuchado la descripción de la gacela en la sabana que, ante la mínima señal, se activa rápidamente para evitar ser la cena del depredador.
¿Qué tiene que ver el miedo con la ansiedad?
La ansiedad se podría entender como una hiper reacción de miedo (especialmente incómoda y molesta) ante un estímulo que entendemos como estresante (sea o no real).
Siguiendo con la gacela, sería como si se activara constantemente el sistema de huida ante depredadores como el león.
Imagínate una gacela que se activa si hay león y se activa aunque no haya león.
¿Cómo estaría esta gacela?
Seguro que, como mínimo, se cansaría muchísimo con esta activación constante.
Aunque no estamos en la sabana, hay muchas similitudes.
El miedo nos permite sobrevivir.
Tenemos un circuito nervioso, compartido con las gacelas y con otras especies, que regula lo esencial para la supervivencia:
- Comer y respirar.
- Funciones de conservación.
- Sistema límbico.
El sistema límbico es clave para entender el miedo.
Profundizemos en este circuito.
Hay miedo útil y miedo inútil.
El miedo como instinto poderoso dispara el estrés y despierta al sistema nervioso (especialmente el simpático) para movilizar nuestro organismo y responder. Este es el útil.
El sistema límbico es responsable del miedo.
La amígdala es la primera que se activa en este sistema. Es una estructura pequeña y poderosa, que recibe información directa de los sentidos.
Si la amígdala detecta peligro, avisa al hipotálamo y pituitaria para que la ayuden. Lo hacen enviando sustancias variadas (neurotransmisores y hormonas) en nuestro organismo.
Si hay peligro envían un torrente de cortisol: la mecha que enciende el sistema.
El cortisol enciende el sistema y genera un subidón de energía extra (aumenta la presión sanguínea y el azúcar en sangre) para reaccionar ante la amenaza.
En pocos segundos se activa todo a máxima potencia.
Respiración intensa y rápida. Corazón bombeando fuerte. Pulso acelerado. Si se activa el circuito del miedo y hay una cascada de cortisol, el efecto es muy rápido.
En niveles óptimos el cortisol nos prepara para la acción.
En niveles excesivos o continuados, la misma sustancia puede ‘quemar’ el organismo.
La respuesta ante el peligro es clave para la supervivencia.
Como las gacelas, sin miedo activador del estrés hubiéramos desaparecido de la faz de la tierra hace mucho rato.
¿Dónde están los leones?
Imaginemos que los leones son los elementos o situaciones de la vida que nos dan miedo. Lo que nos persigue. Como a las gacelas, nos estresan.
Como bien sabes, pueden ser de muchos tipos, por ejemplo físicos, somáticos, acústicos, sociales, económicos o culturales y pueden estar en muchos lugares.
Los leones pueden aparecer de manera repentina o perseguirnos de manera continuada.
Los leones cotidianos son particulares de cada sabana.
A veces hay leones raros, que no andan por la sabana.
A veces los leones son imaginarios y sólo están dentro de nosotros, como una creación mental.
La ansiedad avería el mecanismo del miedo
Cuando la ansiedad aparece, podemos entender que el mecanismo del miedo no funciona bien.
Puede pasar que se active el mecanismo de alerta sin que haya ningún peligro (leones imaginarios) o que se amplifica exageradamente.
Es decir, el sistema nervioso simpático se hiperactiva. A veces se hiperactiva hasta el punto que se enciende el circuito de reacción al león sin que haya ningún león.
Se detectan leones constantemente. Estén ahí o no.
La hiperactivación genera una tensión constante e implica una inversión de energía muy elevada que no se puede mantener en el tiempo, ya que compromete el equilibrio general del organismo.
¿Cómo sé si tengo ansiedad?
Las señales que emite la ansiedad pueden surgir de manera progresiva y también de manera repentina. Puedes leer una recopilación de las señales que emite la ansiedad en este artículo
Aunque puedas leer una lista de señales genéricas, es importante observar y analizar los cambios en la vida particular de la persona.
La psicoterapia puede serte útil para entender su mensaje y encontrarles una solución.
Preguntas Frecuentes
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Es difícil de concretar ya que depende de la persona y del grado de interferencia en el bienestar.
Se suelen notar mejoras o cambios significativos hacia la cuarta o quinta sesión. Esto no significa que sea suficiente y no siempre ocurre. Después de seis o siete sesiones se realiza una evaluación para valorar cómo evoluciona el plan de acción diseñado.
Dependiendo de la problemática puede alargarse o establecer puntos de partida para otros procesos.
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Anna Campos Tomàs.
Psicóloga y psicoterapeuta.
En el ámbito comunitario, social y psicoterapéutico, he entendido una de mis funciones y habilidades:
Desplegar todas las maneras posibles para ayudar a que la vida se viva de la manera más amable posible.
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Gacela dibujada por mí.
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